jueves, 12 de enero de 2012

 Me quede muy quieto, pues no quería despertarla al moverme. Tenia los dientes apretados. Pensé en Alleg, en Otto y los demás. Recordé la sangre y los gritos y el olor a carne quemada. Lo recordé todo y soñé con cosas peores que habría podido hacerles.
 No volví a tener esas pesadillas. A veces pienso en Alleg y sonrío.

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