lunes, 11 de octubre de 2010

Ciudad de Hierro

Se lo dedico a dos personas; a Sucubius Eisspin, un viejito chiflado y malvado, pero al fin y al cabo, un genio, y a Eco, el relator de la historia y el grato mas espectacular e inteligente que conoci.

 Imagínate a la muchacha mas hermosa que puedas soñar. En su juventud era tan hermosa que, en vista de mi limitado talento narrativo, seria absurdo siquiera intentar describir su belleza con palabras. No mencionaré si era rubia, castaña, pelirroja o de negros cabellos. Tampoco si dichos cabellos eran ondulados, cortos, largos, rizados o lisos como la seda. Me abstendré asimismo de las comparaciones como el uso de su piel como la leche, la seda o el marfil. En su lugar confiare en la fantasía del que lea esto, llenar esa imagen con su idea de la belleza femenina.
En fin, esa muchacha bellisima vivió en la Ciudad de Hierro. Es sabido que la Ciudad de Hierro es la metrópolis mas fea, sucia, peligrosa e impopular de todo el mundo. Pues, esa ciudad esta compuesta por cualquier variedad de metales. Si, se dice que la ciudad entera es una maquinaria que se mueve lentamente, muy lentamente hacia un objetivo desconocido.
Quien vive ahí suele morar en chozas de ojalata corroídas por la incesante lluvia ácida. Los que pueden permitírselo, como los barones de plomo y otros miembros de la realesa, viven en fortalezas de acero.
Ciudad de Hierro... Una ciudad regada por arroyos de petróleo y ácido. Muchos de sus habitantes son maquinas sin sentimiento alguno. Una mala ciudad. Quizas la peor de todo el mundo.
 Ahora imagínate ese contraste: La joven bonita como un cuadro y la horrible ciudad. La bella y la bestia.
 Ella era la hija de un barón de plomo y vivia en una fortaleza de acero.
 Al fin, nuestra beldad alcanzo la edad de casarse, y el baron de plomo convocó una competición para que cualquier hombre que deseaba pedirle la mano a su hija... Siempre que dispusiera de alguna fortuna. Como en toda la Ciudad de Hierro, todas las competencias giraban en torno al metal, quien doblabla con mas fuerza la barra de hierro, quien cocia antes el plomo, etc. Al final quedaron tres adversarios, solo quedaba la prueba de inteligencia, la joven les haria preguntas sumamente complicadas y solo el que respondiera con inteligencia, desposaria a la bella joven. Pero las preguntas eran tan refinadas y complicadas, que ni uno de los jovenes logro responderlas. El barón de plomo estaba desesperado y los jovenes se sentian engañados por la joven, que no parecia dispuesta a entregar su corazón. Pero a ultimo momento un joven subio al escenario y se disculpo por su tardanza, realizó todas las pruebas exitosamente y finalmente llego a las tres preguntas de la joven. Para entonces a nadie en esa sala se le escapaba que nuestra beldad se sentia atraida por el joven, ya que era sumamente guapo, pero tambien en este caso me obstendre a dar detalles de su aspecto fisico, solo imaginese al joven mas apuesto del mundo.
La joven hiso la primera pregunta:
-¿Cuanto es uno mas uno?- Para entonces todos sabian que la joven se sentia atraida por el joven.
-Dos.- Respondio el joven.
-¿Y cuanto es dos dividido por dos?
-Uno
-Y si te pidiese un gran favor que te privase de todo aquello de lo que mas ansias... ¿Me lo harias?.- Todos se quedaron atonitos tras esa pregunta.
-Pues, claro.
-Entonces ven.- La joven lo condujo hasta un lugar apartado de la fortalesa.
-Escucha.-Dijo la joven.- He de reconocer que me gustas, pero debo decirte que ya estoy prometida. Mi corazon pertenece a otro.
El joven no contesto.
- Mi padre aun no lo sabe.- Retomo la joven.-Solo he participado en esta competicion para ganar tiempo para mi amado. Porque para solicitar mi mano tiene que conseguir mil pyras. Esa suma, como ya sabes, es el requisito principal para desposar a una joven de mi posicion, pero hasta el momento no las ha conseguido, pues su familia es bastante humilde.
- Dado que se que dispones de dicha suma- Prosiguio la joven.-pues de no ser asi no te hubieras presentado aqui, debo pedirte este ruego desvergonzado, ¿Puedes prestarle a mi amado las mil pyras? Te prometo que te las devolvera algun dia, y multiplicadas. Y te garantizo mi eterna gratitud.
El joven palidecio, pero se mantuvo muy firme y sereno.
-Claro que si- Dijo.- Nada me importa mas que tu dicha.
Al otro dia el joven le trajo las mil pyras en una gran bolsa.Nuestra beldad le dio un beso y le dijo que deberia venirla a visitarla con frecuencia. El joven asintio y se fue.
Cuando el joven se hubo marchado, apreto al bolsa contra su pecho, estaba loca de alegria. Porque no tenia otro amado, sino que solo queria probar cuan grande era en verdad el amor que el joven le profesaba.
La hermosa joven espero que el joven acudiera a visitarla, segun habian acordado, para confesarle su cruel examen y contraer con el una alianza para toda la vida. Pero el no se presentó. Transcurrio una semana, dos, un mes. Nuestra belleza sentia miedo y desasosiego. Al final se enfermode preocupacion y en la cama aferraba la bolsa de dinero, como si esta fuera su amado. Poco despues le llego la noticia de que su amado, poco despues de abandonar la Ciudad de Hierro se habia alistado en el ejercito mercenario y poco despues habia muerto en la batalla de las montañas de Midgard.
Al resivir esta noticia, nuestra beldad casi perdio la razon. Se desgarro las ropas, se araño la piel y lloro durante un mes. Despues abandono Ciudad de Hierro, viajo sin rumbo por todo el pais y finalmente se trasladó a Sledwaya, donde en adelante guardo un callado luto. Llevaba una vida retirada y solo en raras ocasiones salía a la calle, y cuando lo hacia era envuelta en manto y capucha, porque aun en su avanzada edad, su belleza llamaba mucho la atencion.