Alli estaba.
Las demas personas se habian marchado. Estabamos a solas, despues de tanto tiempo. Yo la miraba y lo unico que podia pensar era que la amaba y que era la persona mas hermosa de todas, aun en estas condiciones. La gente estaba en el salon principal, se oia un leve murmullo. Probablemente estaban comentando un tema sin interes, como el clima, o la comida. Yo solo podia pensar en ella. Solo podia pensar en cuanto la extrañaba y cuanto la queria. Habian quedado tantas cosas sin decir. Tantas caricias. Tantas palabras. Tantas cosas por expresar. Me sentia triste, pero por un momento la mire y se me ocurrio la extraña idea de que solo estaba durmiendo y que probablemente despertaria en cualquier momento y yo volveria a ver sus bonitos ojos cafe, volveria a ver como se peinaba el oscuro cabello, volveria a escuchar su bonita risa, que tanto me tranquilizaba. Pero luego, esa ingenua idea se evaporo y me eche a llorar. Tenia la sensacion de que me quedaba mucho por saber sobre ella. Y que a ella le quedaba mucho por saber sobre mi. Yo la amba, y estaba seguro de que ese sentimiento nunca disminuyeria. Me incline sobre ella y observe los detalles de su rostro, ahora palido. Tenia una leve sonrisa dibujada en su rostro. Pase mi mano sobre su piel suave. Recuerdo que una de esas tardes que pasabamos juntos ella habia dicho que tenia piel de asno, y yo, entre risas, habia asegurado que su piel era suave y bonita. Ella siempre conseguia hacerme reir. Hasta en mis momentos mas tristes. Llore con mas fuerza y la abrace. ¿Por que tenia que irse? Por un desesperante momento pense que jamas podria continuar y que me derrumbaria y jamas me podria levantar. Llore hasta sentir las llagrimas en mi paladar y luego cese y me repuse. Creo que en ese momento comence a aceptar la situacion. La amaba y se habia ido.
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