¿Que debía hacer? 
 La decisión que debía tomar podía ser la que me cambiara la vida. Podía arruinarmela. ¿Que hacer? ¿Que hacer cuando estas al borde de un abismo y la decisión que debes tomar determina si te caes del abismo o sigues de pie? ¿Por que debía decidir? ¿No estaba todo bien como estaba? Yo estaba feliz. Como nunca antes lo había estado. Entonces, ¿por que debía cambiarlo? ¿quería cambiarlo? Yo sabia la respuesta a esa pregunta; No quería, yo debía cambiarlo. No podía seguir así. No estaba bien. Pero no era tan fácil. Estaba en un callejón sin salida. Era ahora o nunca. Tal vez lo lamentaria mas tarde... Pero tal vez no. ¿Y si, después de todo, resultaba bien? ¿Y si no era tan malo como pensaba? Tal vez todo cambiaria, pero podía cambiar para bien... O para mal. Era imposible saberlo. Tenia que comprobarlo.
 No se muy bien como lo hice. No se muy bien que sentí. No se si me costo. No se si paso realmente. Pero lo único que se es que desperté. Desperté de ese sueño eterno que había mantenido por tanto tiempo. Desperté de ese sueño perfecto. De ese maldito sueño perfecto.
 Al principio lo lamente. Lamente haber salido de ese sueño. Lamente no poder volver. Lamente no poder volver a esa vida perfecta. 
 Pero luego, me di cuenta de que había echo bien. ¿Quien quería una vida perfecta? ¿quien, incluso, queria ser perfecto? la perfeccion es algo aburrido. Sin creatividad. Sin espontaneidad. Sin vida. 
 Entonces, me senti la persona mas afortunada del mundo. Era imperfecta. Es decir, era perfecta a mi manera. Era perfecta desde mi perspectiva. Como todos.
 Y asi fue como pase de una vida perfecta, a una vida imperfecta.Y asi pude darme cuenta de la importancia que tenemos todos y cada uno de nosotros. Todos, absolutamente todos, somos importantes. Y ninguno de nosotros necesita tener una vida perfecta, tenemos que ver nuestra vida, por mas miserable nos paresca, como una vida perfecta. Nuestra vida perfecta. Perfecta desde nuestra perspectiva.